El balance vitivinícola de la pasada campaña 2015-2016 finalizó con un stock de 29 millones de hectolitros (hl) de vino, lo que supone un descenso del 9,6 % respecto al anterior ejercicio, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
De acuerdo con estas estadísticas, analizadas por el Observatorio español del Mercado del Vino (OeMV), la campaña se inició con 32,1 millones de hectolitros de existencias, a los que hay que añadir una producción de 37,7 millones de hectolitros, además de las importaciones, que se sitúan en 0,5 millones de hl. Por tanto, las disponibilidades de vino y mosto en la campaña 2015-2016 fueron de 70,35 millones de hectolitros.

Imagen de archivo de dos personas que catan diversos tipos de vinos de La Rioja. Foto: EFE ARCHIVO/ Raquel Manzanares
Del total, 23,1 millones de hectolitros se destinaron a exportaciones; y la demanda interior se repartió con 9,8 millones de hl para consumo humano y 3,89 millones para destinos industriales y “mermas”. Asimismo, se destilaron 4,5 millones de hl, de los cuales 1,60 millones fueron subproductos y 2,9 millones, para uso de boca.
Del estudio de la serie histórica de datos se desprende que hubo una caída progresiva del consumo interior -si bien se estabiliza en los últimos años- frente a la buena evolución de las exportaciones y la sensible disminución de las destilaciones por la pérdida de ayudas europeas para este fin, según el Observatorio. Destaca también el aumento progresivo de la elaboración de vinagres y otros usos industriales de la producción vitivinícola.