La responsable de la investigación, la profesora Encarna Gómez Plaza, ha señalado que la misma se centra en evaluar la composición cromática de los vinos con la citada técnica, además de analizar distintas combinaciones de productos enológicos que permitan que el color obtenido sea lo más estable posible.
Color y capacidad productiva
Si se reduce a la mitad, por ejemplo, el tiempo que un mosto-vino tiene que estar macerando para alcanzar unas determinadas características cromáticas, ha añadido esta investigadora, se incrementará de forma notable la capacidad productiva de las bodegas.
El otro gran reto de este trabajo científico es conseguir mantener los niveles de color del vino una vez que se aplique la técnica de ultrasonidos en el proceso de maceración.
El proyecto, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, está liderado por la empresa española Agrovin, uno de los principales fabricantes y distribuidores de productos enológicos.