La representante de la CE ha analizado, en un coloquio organizado por la firma Andersen, los retos del sector agroalimentario, destacando las consecuencias del bloqueo de los puertos y de las exportaciones de Ucrania -líder en cereales- por la invasión rusa y el encarecimiento de los fertilizantes.
Benítez ha recalcado que es más importante que nunca tener una «autonomía estratégica» en la producción agroalimentaria comunitaria, si bien ha afirmado que la UE es una potencia exportadora, y que, en ese sentido, que de momento no hay amenaza de carestía de alimentos en terreno comunitario.
«Los primeros que van a sufrir son los países de África«, ha señalado Benítez, además de insistir en que la CE está buscando alternativas de suministro a los envíos de Ucrania.
En ese contexto, ha añadido que preocupa mucho más la repercusión de la invasión rusa en la seguridad alimentaria de naciones en desarrollo a las que la UE «apoya financieramente».

Imagen de archivo directora de la Representación de la Comisión Europea en España, María Ángeles Benítez, durante entrevista con Efeagro Efeagro/Fernando Alvarado
Por ejemplo, ha mencionado la probabilidad de una hambruna en el norte de África y su impacto en la inmigración hacia territorio comunitario y por ello, las instituciones de la UE están «arbitrando» ayudas al exterior (aparte de los apoyos a los agricultores de la UE)
Sin embargo, ha reconocido el encarecimiento de los costes de producción y en su repercusión en el consumidor: «Es un sector estratégico y si colapsa, toda nuestra vida está siendo amenazada».
Retos para la agricultura española
Benítez también ha aludido a la evolución de la Política Agrícola Común (PAC) y del campo español y ha defendido que el sector es «mucho más moderno que lo que reflejan las discusiones».
Entre los retos, no obstante, ha mencionado la disminución del número de agricultores, el impulso de la producción de proximidad, el relevo generacional y los objetivos ambientales del Pacto Verde europeo.
También ha subrayado la importancia de incrementar de la presencia femenina en el sector, pues de los 800.000 agricultores y ganaderos, según las cifras oficiales, solo un 2 % son mujeres.