Se trata del proyecto Legumbres para la Agricultura de Mañana, en inglés Legumes for the Agriculture of Tomorrow (Legato) que tendrá una duración de tres años y que busca promover el cultivo de leguminosas en grano, como el guisante y la haba.
Para ello, se analizarán los temas claves que en estos momentos limitan la producción de legumbres y se buscarán soluciones mediante prácticas de cultivo sosntenible o el desarrollo de nuevas variedades resistentes a determinadas plagas.
Los colaboradores de esta iniciativa proceden de once países: España, Francia, Reino Unido, República Checa, Italia, Alemania, Serbia, Portugal, Polonia, Austria y Suecia. Uno de los socios del proyecto es el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), que centra su tarea en dos áreas diferenciadas. De un lado, los investigadores andaluces identifican los genes de la autofertilidad de las habas, especialmente relevante en un momento de alteración de hábitats por las consecuencias del cambio climático y la disminución de insectos polinizadores. De cara al consumidor, desde los laboratorios andaluces se se trabaja en el desarrollo de marcadores moleculares para seleccionar semillas libres de vicia y convicina a fin de mejorar la calidad alimenticia y la digestión de las mismas.
Contra las plagas de las legumbres
Otra línea de trabajo es la identificación de otras fuentes de resistencia a plagas -como los pulgones y gorgojos- y a enfermedades de estos cultivos, así como en el control de empleo en los programas de mejora de variedades.
El Ifapa dispone para ello de invernaderos, cámaras de cultivo y terrenos experimentales donde se realizan los ensayos previstos. El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera lleva más de 30 años trabajando en la experimentación e investigación de las variedades de garbanzo y habas más cultivadas en Andalucía.