En sus “socalcos” o” bancales”, terrazas esculpidas en el terreno, nacen las cepas cuyo fruto, una cosecha de aproximadamente 5 millones de kilos de uva anuales, se transformará en los vinos amparados por la denominación de origen Ribeira Sacra.
Se trata de una incomparable comarca cuyos representantes tratan de inscribir en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco por su valor natural.
Allí se encuentra la bodega Ponte da Boga, en el municipio de Castro Caldelas, propiedad de la firma Hijos de Rivera, una cervecera gallega.
Inmersos en la campaña de recogida de la uva, en sus viñedos puede comprobarse cómo la mayor parte de los trabajos se hacen de manera manual, ya que lo escarpado del terreno impide el acceso de maquinaria o tractores.
El fruto de la vendimia es colocado en cajas que luego son transportadas por trabajadores por los bancales, mimando la uva para que llegue en óptimas condiciones hasta las bodegas.