En una entrevista a la emisora France Bleu Gascogne, Denormandie insistió en que “el objetivo es una despoblación masiva para contener la epidemia”.
Reconoció que no sabía cuántos animales quedarían de los alrededor de cinco millones que hay en las granjas de ese departamento del suroeste del país, situado a menos de una cincuentena de kilómetros de la frontera española por el País Vasco.
“Mi objetivo es que queden los más posibles”, señaló. En la fase actual de sacrificios selectivos, se ha decidido recurrir a los mataderos “para ir más rápido”.

Patos y otros pájaros en las aguas heladas de Dieffenbach au Val, al noreste de Francia. Efeagro/Christophe Karaba
Los sacrificios se van a extender a todas las explotaciones en un radio de cinco kilómetros en torno al lugar donde se haya detectado un foco de la gripe aviar, en lugar de tres kilómetros hasta ahora.
Su ministerio indicó este jueves que ya se han localizado 124 focos en granjas avícolas del suroeste de Francia, de los cuales 119 en las Landas. Eso supone que se han duplicado con creces en apenas una semana, ya que hasta el 1 de enero se tenían identificado 61 en toda Francia.
Denormandie, que este viernes se desplaza a las Landas para abordar esta crisis sobre el terreno, prometió por otro lado indemnizaciones basadas en el valor comercial de los patos y que se pagarán “desde la semana próxima”.