Este negocio recoge claros signos de recuperación -frente a las cifras logradas en años anteriores-, lo cual, según las mismas fuentes entrevistadas por Efeagro, “se debe a una mayor confianza del consumidor en este producto y a la Directiva Europea de la UE que regula la actividad”.
La incertidumbre que se generó en el pasado se ve ahora compensada “con estudios científicos que vienen a confirmar que fumar cigarrillos electrónicos tiene menos riesgos que el tabaco; esto hace que los consumidores confíen más en el producto”, han resaltado.
En 2012, cuando se lanzó el cigarrillo electrónico en España el sector apenas facturaba cinco o diez millones de euros, con un repunte en 2013 que elevó la facturación hasta los 65 millones de euros.
Desde entonces, y, sobre todo, a finales de 2015, el sector “se ha profesionalizado y reestructurado, alcanzando un crecimiento sostenible de más del 10 % anual”, han descrito.
Según la ANCE, “esta evolución repite comportamientos de otros mercados ya consolidados en el ‘vapeo’, como Reino Unido, Francia o Italia”.
En estos países, los inicios del cigarrillo electrónico fueron tímidos, más tarde se produjo una explosión en el número de consumidores y, por último, una estabilización a la baja; a partir de entonces, se dio un crecimiento moderado pero sostenible de la facturación, han añadido.
La asociación calcula que en 2015 había en España 220.000 “vapeadores” frente a los 200.000 de 2014, y, para 2016, estima que se llegue a los 245.000 consumidores de estos cigarrillos -conforme a los datos que se dieron en el primer trimestre-.
En 2012, cuando se lanzó este producto en España, se cifraban unos 50.000 los usuarios, cantidad que aumentó en 2013 hasta los 600.000, para estabilizarse a partir de 2014.
Lejos de otros países europeos
A pesar de la recuperación del sector, esta cifra es inferior a la de otros países como el Reino Unido (2.600.000), Francia (en torno a 1.500.000 de usuarios) o Estados Unidos (entre 15 y 21 millones de vapeadores).
El año pasado, España cerró con 300 tiendas especializadas en cigarrillos electrónicos, cifra prácticamente similar a la de 2014; para 2016, el sector prevé que se mantenga en este nivel.
Si bien en 2013 el número de tiendas especializadas era sustancialmente mayor -se llegaron a contabilizar hasta 3.000-, fueron reduciéndose porque se lanzaron otros canales de venta -online y estancos-, han concluido.
El Parlamento Vasco aprobó el 7 de abril la Ley de Adicciones, que no permite fumar en espacios como estadios de fútbol y frontones, y que convierte a Euskadi en la primera comunidad que prohíbe el consumo de cigarrillos electrónicos en los lugares en los que se impide el tabaco.
Según el sector, “esta ley echará el freno a la recuperación en esta región que estimaba crecimientos del 10 %; en su opinión, esta normativa envía una señal negativa del producto al consumidor”