Las primeras previsiones de esta asociación, que ya ha repartido el 60 % de la producción prevista para esta campaña -principalmente entre las grandes superficies y los centros especializados o “garden centers, “que han adelantado la campaña”- apuntan a que se comercializarán un 10 % e, incluso, hasta un 25 % más que en 2013.
El pasado ejercicio, la producción se situó cercana al medio millón de abetos, de los que el 50 % se exportó a otros países comunitarios.
A juicio de la asociación, el repunte de ventas en el mercado interior obedece a que “la gente que sufre la recesión económica no mira tanto el consumo en Navidad como en otras épocas del año” y, sobre todo, porque “se ha dado por fin la vuelta al concepto erróneo de que el árbol natural es antiecológico“.
“Después de tanta crisis, la gente no cambia de coche, ni se va a Hawai de vacaciones, pero sí celebra la Navidad”, ha resaltado, tras insistir en que el abeto natural, al igual que, por ejemplo, la flor cortada, es un producto de consumo “que sale de la naturaleza y vuelve a la naturaleza“.
Ha recordado que existen diferentes variedades de abeto para Navidad en función de si pierde o no la hoja, y de si luego se va a replantar en un jardín (abeto con cepellón) o a reciclar como compost por los servicios municipales, tal y como se hace con los restos de poda de los árboles de ciudades y pueblos.