El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha indicado hoy, en sus primeras estimaciones de producción de leguminosas, que la cosecha nacional de garbanzos aumentará un 6,8 % en 2014, hasta las 28.000 toneladas.
Para los responsables de las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de garbanzos, como las Fuentesaúco o Escacena, y de la “marca de garantía” en el caso del pedrosillano, la perspectivas son algo más halagüeñas, después de dos años en los que no pudieron contar con existencias.
El director técnico del Centro de las Legumbres de Castilla y León, Nicolás Armenteros, ha declarado a Efeagro que después de una primavera “sumamente seca” las previsiones para los garbanzos de Fuentesaúco o Pedrosillo son mejores, en estos momentos de floración y cuajado de la planta, aunque “vendrían bien las lluvias”.
Al contrario que ocurre con otros cultivos agrícolas, en el caso del garbanzo el problema es de oferta, más que de demanda y de déficit de producción.
Armenteros ha apuntado que tres años seguidos de malas cosechas dejarían el mercado desabastecido, una hipótesis “muy preocupante”.