Así se desprende del avance provisional de resultados enviado este martes por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que también revela que terminó diciembre con un porcentaje de establecimientos abiertos del 92 %, por debajo del 98 % que presentaba a finales de septiembre.
Los responsables de la empresa –que gestiona más de 2.300 locales repartidos sobre todo por diferentes países europeos bajo marcas como La Tagliatella, Bacoa, Blue Frog y Sushi Shop, pero también en calidad de máster franquiciado con las enseñas Burger King, Pizza Hut y Starbucks– han asegurado que sus equipos están “bien preparados” para afrontar estas nuevas olas.
“Hemos aprendido de los eventos de principio de 2020 y estamos enfocados en estar cerca del cliente, ofrecer un servicio seguro y confiable, y además optimizamos ingresos y la rentabilidad de los canales de venta que aún están disponibles”, ha destacado en un comunicado su consejero delegado, Mark Chandler.
Último trimestre difícil
Sólo entre octubre y diciembre, la facturación de la firma se contrajo un 24,9 % en comparación con el último trimestre de 2019, hasta los 397,5 millones de euros.
Respecto al tercer trimestre del 2020, la caída fue del 9,9 %, de acuerdo con las mismas estadísticas.

Imagen de un local de la cadena KFC en España gestionado por Amrest. Efeagro/KFC
Por mercados, la única excepción entre octubre y diciembre a las bajadas fue China, donde la cifra de ingresos subió un 2,9 %, hasta los 22,6 millones de euros.
No obstante, el asiático es el mercado que menos pesa en sus resultados: en Europa Central y del Este su facturación disminuyó un 26 %, hasta los 171,5 millones; en Europa Occidental sus ventas retrocedieron un 24,8 %, hasta los 158,2 millones; y en Rusia el desplome fue del 31,3 %, hasta los 38,3 millones.
Mejoría en bolsa desde octubre
La situación de Amrest es delicada debido en gran parte al impacto de la covid-19 en el sector de la restauración; de hecho el grupo incumplió el año pasado una de las condiciones acordadas con sus acreedores financieros, aunque obtuvo una “carta de dispensa” por parte de estas entidades.
A falta de conocer los datos definitivos del último trimestre del ejercicio, la compañía acumuló 159,8 millones de euros de pérdidas entre enero y septiembre.
La empresa –controlada por Finaccess, del millonario mexicano Carlos Fernández– cerró la sesión de hoy martes en bolsa en 6,29 euros por acción, un 44 % por debajo de su cotización hace justo un año.
Sin embargo, sus títulos evolucionan al alza desde que tocaran fondo a finales de octubre, cuando llegaron a situarse por debajo de la barrera de los tres euros.