Al calor del éxito del reparto de comida están proliferando las llamadas «cocinas fantasmas», restaurantes centrados en los pedidos a domicilio; en el barrio universitario de Madrid funciona una desde hace meses en la que se mima a una parte fundamental del proceso: los repartidores.
El modelo de tiendas cerradas al público y dedicadas únicamente al reparto está llegando con fuerza a España. Compañías de restauración clásicas como Telepizza ya han anunciado su apuesta por este modelo, y empresas del segmento de reparto como Deliveroo o Glovo también están extendiendo la misma fórmula.
Pero también hay emprendedores que se han decidido a entrar en este negocio, como es el caso de los hermanos Miguel y Enrique Casas, dos jóvenes que han abierto uno de estos espacios en el distrito Moncloa de Madrid.
Se llama StartEat y lo definen como un espacio para «la creación, el desarrollo y la producción de restaurantes digitales, que sólo operan por las plataformas a través de Internet».
«Mimo» al repartidor
Los repartidores, en vez de esperar en la calle como es habitual, tienen aquí un espacio, un sillón y un dispensador de té donde aguardar la recepción de pedidos. «Nosotros dos hemos sido repartidores durante algunos veranos para ganar un dinero y sabemos que se pasa frío y calor», por lo que al diseñar estas cocinas han dejado un espacio «adaptado a sus necesidades, donde pueden sentarse, cargar la tablet o el teléfono», detalla Miguel Casas.
En un momento en el que las condiciones de trabajo de estos repartidores son objeto de polémica -el tema ha llegado incluso a los tribunales-, han optado por un modelo diferente que cuenta incluso con una especie de «estación» para aparcar y cargar las bicicletas eléctricas, una manera de diferenciarse de otros locales donde «los echan literalmente fuera».
A este restaurante sin mesas se puede pedir comida de seis restaurantes diferentes, con una carta exclusivamente digital, a través de Glovo, Just Eat, Deliveroo o UberEats. Los pedidos que entran aparecen en cuatro pantallas repartidas por el espacio, y cada plataforma cuenta con un sonido para diferenciarlas.
Seis restaurantes en un sólo espacio
Los restaurantes que ocupan sus instalaciones no han dejado escapar la moda del plato hawaiano poke, y para uno de ellos es su plato estrella, pero tampoco faltan los dedicados a las hamburguesas -eso sí, de carne ecológica- o los platos coreanos de Bibimbap.es.
Otro local es de comida vegana, Green Hill, y también hay espacio para las delicias locales, en concreto para las extremeñas, con la firma «Convino»; el sexto espacio se un «food market» que «engloba a o todos», añade el emprendedor.

Gecko Poke. Foto: StartEat.
La velocidad es la clave para que funcione el sistema, ya que quien pide desde casa no sabe cuánta gente tiene por delante y no está dispuesto a esperar. Según sus creadores, «se pueden montar 35 pedidos en 20 minutos».
De momento el proyecto funciona, y desde que abrieron en diciembre han tenido un crecimiento del 600 % en el número de pedidos; por el momento no tienen previsto incrementar el número de restaurantes, a la espera de ver cómo funciona Madrid en verano.
Para incorporar nuevos establecimientos, estos emprendedores -con experiencia en el sector también fuera de España- tratan de detectar las tendencias de que vienen pisando fuerte en otros mercados como el de Reino Unido o Alemania.
En este sentido, ya perciben un cambio de tendencia hacia una cocina a domicilio con más opciones saludables y con conciencia ecológica.
Por este motivo, en el espacio de «Start Eat» sólo se utilizan envases compostables para reducir el uso de plástico.