Representantes de distintas instituciones públicas defienden la igualdad de oportunidades como “de justicia”, pero reivindican también su rentabilidad económica y que la sociedad sea consciente de ello. “Mientras la conciliación se siga viendo como cosa de mujeres vamos mal”, se avisa desde el Instituto de la Mujer.
El Ministerio de Igualdad organizó un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre la igualdad en las empresas, la brecha salarial y la conciliación.
Para la directora del Instituto de la Mujer, Carmen Plaza, la rentabilidad económica de la igualdad que reclama no se queda en meras declaraciones, y esgrime datos.
Según explica, esta tesis está avalada por informes de organismos como la OCDE, el Banco Mundial o el FMI, con estimaciones que apuntan a que, si en Europa se hubiera alcanzado la igualdad “real”, el PIB se incrementaría hasta un 14 %.
Plaza incide en que la aportación de la mujer a la economía es “imprescindible” desde puntos de vista variados, por la eficacia y porque ofrece “soluciones creativas”.
“Está demostrado que ahí donde hay más mujeres los resultados económicos de las empresas son mejores, y también el clima laboral”, ha resaltado a Efe.
Pese a ello, la tasa de actividad femenina está por debajo de la de los hombres mientras el paro es superior en las mujeres, que además tienen mayor número de contratos parciales por la necesidad de conciliar.
“Mientras la conciliación se siga viendo como cosa de mujeres vamos mal, y las mujeres jugamos en una segunda liga profesional”, ha alertado la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades.
Desde la Administración se están impulsando medidas en favor de la conciliación y la corresponsabilidad, y para ello se está mirando a otros países como Noruega, tratando de compartir ideas y experiencias.
Pero el intercambio es bidireccional, ya que, según Plaza, Noruega también se está fijando en medidas españolas, por ejemplo para fomentar el emprendimiento o en el ámbito de la lucha contra la violencia de género.
En este foro también ha intervenido el ministro consejero de la Embajada Noruega en España, Lars Andersen, quien ha aludido a la importancia de una ley aprobada en 2003 en su país “para romper el techo de cristal” y aumentar la presencia de mujeres en cargos directivos. A su juicio, la conciliación y la flexibilidad en la jornada son fundamentales porque el resultado es beneficioso para toda la sociedad.