El sector vinícola francés mantiene su presión sobre el Gobierno francés con una campaña publicitaria dirigida directamente al presidente, François Hollande, pese a la marcha atrás dada por las autoridades en los últimos días en proyectos concebidos en defensa de la salud de los consumidores.
El sector vinícola francés mantiene su presión sobre el Gobierno francés con una campaña publicitaria dirigida directamente al presidente, François Hollande, pese a la marcha atrás dada por las autoridades en los últimos días en proyectos concebidos en defensa de la salud de los consumidores.
La prensa francesa publicó una página de publicidad, firmada por «Los 500.000 actores de la viña y el vino», en la que aparece Hollande bebiendo una copa de vino blanco y el mensaje «Gracias señor presidente por apoyar la segunda actividad exportadora de nuestro país».
El anunciante, a continuación, justificó la continuidad de la campaña que inició hace unos días porque «se contempla un arsenal de medidas contra el vino, símbolo de Francia y de nuestro arte de vivir».
Denunció que tras esos planes está la idea de «luchar contra el vino y no contra el consumo excesivo de alcohol, una lucha que hacemos nuestra».
El origen de esta movilización fue la inclusión, en un plan de lucha contra la droga y contra las conductas adictivas votado por el Gobierno el pasado día 19, de una disposición que prohibía «la propaganda y publicidad en favor de las bebidas alcohólicas» en internet.
El pasado jueves, sin embargo, esa medida desapareció del documento oficial en línea, oficialmente porque ese artículo había sido resultado de un error.
Es más, el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, se esforzaba recientemente en desmentir que se estuviera estudiando un nuevo impuesto sobre el vino en el marco del presupuesto de la Seguridad Social de 2014.
La asociación Vino y Sociedad se había hecho eco de rumores acerca de esa nueva tasa, que según su versión se iba a lanzar «con el pretexto de que (el vino) es malo para la salud».