La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló el apoyo a las defensoras de los derechos de las mujeres como un “deber” de los Estados de las Américas y una prioridad para lograr la igualdad de sexos.
Así lo indicó la comisionada Tracy Robinson, en una audiencia de la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre los desafíos en la protección de las mujeres frente a la violencia cuando se va a cumplir el 20 aniversario de la Convención de Belém do Pará (Brasil).
“Destacar la protección de las defensoras de los derechos humanos mujeres es una excelente forma de llamar la atención sobre el deber de los Estados” en material de igualdad, afirmó Robinson el pasado 27 de marzo.
“Es una forma excelente de enfatizar el resultado de nuestros esfuerzos en relación a la violencia contra las mujeres. A veces, poner el foco solamente en la violencia doméstica genera en realidad el análisis contrario sobre la situación de las mujeres”, añadió.
En la sesión intervinieron ocho activistas por los derechos de la mujer que analizaron los retos para la igualdad en el marco del vigésimo aniversario de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, firmada en Belém do Pará, que se celebrará en junio.
Este documento constituyó “un impulso muy fuerte” para la defensa de los derechos de las mujeres y desde el año 2000 inauguró una tendencia de aprobación de leyes en este sentido, explicó Liliana Tojo, del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional.
“Pero la mayor parte de esa legislación está centrada en proteger a las mujeres como víctimas de la violencia doméstica”, añadió la activista.
Para Tojo, priorizar la violencia doméstica sobre la igualdad “incumple” los objetivos de la convención de Belém, porque la doméstica “es sólo una de las formas en que se expresa la violencia de género”.
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