Un grupo de expertos ha señalado que el sector de la acuicultura, a diferencia de otros, tiene “mucho potencial” de crecimiento y la pandemia del coronavirus ha dado lecciones “positivas” que deben permanecer en las prácticas de la producción.
En concreto, ha sido durante la celebración del seminario web “Produciendo Proteína Animal en tiempos de la covid-19: problemáticas, estrategias y necesidades futuras en México: Productos Acuícolas”, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La pandemia, según dichos profesionales, ha enseñado a los sectores acuícola y pesquero la necesidad de crear nuevas estrategias de mercado y de acercar el pescado directamente al consumidor final para ser “más competitivos y eficientes”.
También han indicado que la covid-19 afectó la producción acuícola y pesquera y, si bien aumentaron los precios, el suministro no se interrumpió, las ventas al por menor crecieron en mercados regionales y en términos generales, la venta se vio poco afectada.
El representante del IICA de México, Diego Montenegro, ha dicho que México tiene grandes desafíos en la producción de productos acuícolas y en ello el instituto se suma a los esfuerzos por mejorar su producción, así como en cuidar la sanidad e inocuidad de los mismos.
La idea es que se produzca eficientemente, cumpliendo los estándares de sanidad, inocuidad y calidad, a precios competitivos, ha añadido.

Empresa de acuicultura. Efeagro/ JOSE MANUEL VIDAL
Asimismo, ha destacado la importancia del consumo de proteína animal para la nutrición y salud humana y de contar con suficiente cantidad de alimentos inocuos y de buena calidad para alimentar a una población cada vez más demandante de alimentos.
El productor Fidel Glockner Rosainz ha considerado “de vital importancia” que los acuicultores se organicen para impulsar la actividad y que en cada estado se formen Consejos Estatales de Acuicultura y Pesca para influir en las políticas públicas de los estados y estímulos fiscales.
Por su parte, el investigador Jorge Hernández ha comentado que una de las lecciones aprendidas por el impacto de la pandemia en la producción de camarón es que se favoreció la productividad al bajar la cantidad de larvas en los estanques, pues resultó en un manejo más efectivo de la producción, con menos recursos humanos y menos gasto en el alimento del animal.
El director general del Instituto de Acuicultura del Estado de Sonora, Marco Linné Unzueta, ha considerado que las experiencias de producción fueron positivas porque hubo menos densidad de alevines, y éstos fueron más grandes, lo que enseña a los productores la importancia de contar con buenas prácticas de producción.