Ese verano, Moscú prohibió por un año la importación de ternera, cerdo, verduras y hortalizas, frutas, carne de ave, pescado, quesos, leche y productos lácteos desde la UE, EEUU, Australia, Canadá y Noruega, por las sanciones que se impusieron a Rusia por su papel en la crisis ucraniana.
Para valorar las consecuencias, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente cifró en 337 millones el valor de las exportaciones de España a Rusia durante el año anterior.