Los primeras palabras de este articulo deben obligatoriamente ser de felicitación a Efeagro por ser su 25 aniversario –mucho tiempo de trabajo serio, eficaz y bien hecho que es lo único que logra la permanencia en el tiempo de un medio de comunicación-
Hablar de 25 años en el sector de la producción de carne de vacuno desde la parte ganadera es la crónica de cómo los productores se han ido adaptando a los diferentes retos con los que ha tenido que convivir y aunque bien es cierto que se han quedado productores en el camino, también es evidente que nos encontramos actualmente ante un sector muy distinto al de hace 25 años
Me van a permitir reseñar aunque de manera muy resumida, algunos aspectos que han marcado de manera muy significativa este sector.
- La encefalopatía espongiforme bovina (EEB), como claro ejemplo de una brutal crisis mediática, capaz de generar la mayor cantidad de legislación en la historia de la Unión Europea y que dio lugar a un sistema de producción condicionado y dirigido a intentar proporcionar el mayor grado de seguridad posible al consumidor. Así, aspectos como la trazabilidad –quizás, una de las pocas cosas buenas que sacamos de esta crisis-, gestión de subproductos, el denominado paquete de higiene, la prohibición de harinas cárnicas, etc, son algunos ejemplos de las medidas generadas como consecuencia de este episodio
- Además, no debemos olvidarnos que este suceso provocó el cierre de un gran número de mercados exteriores que a fecha de hoy todavía no hemos sido capaces de solventar, a pesar de la práctica desaparición de la enfermedad.
- Sucesivas crisis de precios de materias primas para la alimentación animal, especialmente dolorosa la sucedida en la campaña 2007-2008 y que provocó una reducción de la producción de un 10%, cifra que en producciones de ciclo largo como el vacuno de carne es ciertamente significativa y que hasta la fecha, no hemos sido capaces de recuperar.

Vacuno de Carne. Foto: Asoprovac.
- Adaptación a los sucesivos cambios a los que nos ha arrastrado la Política Agraria Común, normativas que, generalmente, no se pensaron para la ganadería y mucho menos para la producción de carne española. Resulta sorprendente cómo el sector ha ido adecuándose a una normativa cambiante, más o menos, cada 5-7 años, es decir, a un ritmo de una reforma por Comisario de Agricultura que ha pasado por Bruselas, ya que parece que cada titular de esta cartera quiere pasar a la historia como el padre de una nueva PAC.
- Desaparición de todo tipo de promotores de crecimiento en la producción de carne de vacuno. Podemos actualmente afirmar con evidente orgullo que nuestra producción se realiza sin ningún tipo de promotor de crecimiento –cosa que no pueden decir, por ejemplo, nuestros colegas del otro lado del Atlántico con los que se están negociado acuerdos –pero que en su día provocó un importante quebranto y actualmente, una cierta pérdida de competitividad frente a las producciones de otras zonas del mundo.
- En el aspecto sanitario, nos ha tocado “lidiar”, entre otras, con una enfermedad que creíamos era cosa del pasado, la Lengua Azul, enfermedad muy compleja como todas las transmitidas por vectores y más en este caso en los que los vectores son determinados tipos de mosquitos y con una serie de implicaciones comerciales muy importantes . Pues bien, no solo hemos aprendido a convivir aceptablemente con la enfermedad, hecho complejo en un país administrativamente hablando particular como España, si no que hemos intentado trasladar nuestra experiencia a los colegas comunitarios, aunque bien es cierto, no siempre nos han hecho caso –y así les ha ido-
- “Descubrimiento“ de los mercados árabes: desde el año 2010 el sector productor ha desarrollado una importante salida comercial de animales vivos con países árabes y que en cierta manera, ha provocado el despertar del letargo en el que estaban sumidos los industriales de la carne.
En fin, sirva este pequeño glosario de situaciones para destacar y poner en valor a un sector que, a pesar de todas las vicisitudes, ha sabido adaptarse, crecer y desarrollarse y estamos convencidos que tiene un presente y un futuro que, con seguridad, irá junto con Efeagro.