Mònica Faro
Creatividad, nuevas técnicas, investigación, sabores y texturas nunca vistas, recetas imposibles, cuadros pintados con los ingredientes más sofisticados: es la receta de una revolución heredada de la nueva cocina vasca de Juan Mari Arzak que en este tiempo ha tenido -y tiene- como primer prescriptor a Ferran Adrià. La historia reciente de nuestra gastronomía está muy ligada a la de El Bulli y a este cocinero catalán, que cambió la trascendencia del oficio de cocinero, ha sido profesor en Harvard, voz de un personaje de Disney o portada de la revista Time, además de dejar un legado de 1.846 recetas.
Una revolución que se mide también en estas cifras: 203 estrellas Michelín repartidas entre 169 restaurantes, 466 soles Repsol y siete restaurantes españoles en la lista de los «50 Best», los cincuenta mejores del mundo, que este 2015 vuelven a encabezar los hermanos Roca, de «El Celler de Can Roca» (Gerona), autores de una cocina personal y arraigada a los productos de su entorno que ha conquistado a los críticos internacionales.

El Celler de Can Roca triunfa en los «50 Best». EFEAGRO/ FACUNDO ARRIZABALAGA.
Los rostros femeninos de la gastronomía
Aunque poco representadas en la elite de la cocina mundial, las mujeres también están en lo más alto de la gastronomía española: Carme Ruscalleda («Sant Pau», Sant Pol de Mar, Barcelona), Elena Arzak («Arzak», San Sebastián) y la nueva merecedora del Premio Nacional de Gastronomía a Mejor Jefe de Cocina, María Marte («El Club Allard», Madrid), han recibido la atención mediática dentro y fuera de nuestras fronteras, con diferenciados estilos culinarios.
En este tiempo, lo gourmet se ha convertido en un reclamo de ocio y en un aliciente turístico de primer nivel: en 2014, nos visitaron más de nueve millones de turistas motivados por la gastronomía.
En 2014, más de nueve millones de turistas visitaron España motivados por su gastronomía
Pueblos y rincones de toda nuestra geografía han acaparado interés internacional por los restaurantes que custodian y que crean un mapa gastronómico irresistible; un mapa de productos, Denominaciones de Origen, bodegas, con una oferta enoturística más profesionalizada, y cientos de alimentos de primera calidad.
La clave, la despensa
Nuestra despensa es un valor exportable fundamental para la economía, en parte gracias a nuestros cocineros, que han difundido sus virtudes por todo el planeta: nuestros vinos, nuestro aceite, nuestros ibéricos, nuestra huerta y la riqueza de nuestro mar son hoy más conocidos y apreciados que hace un cuarto de siglo.
La cocina de estos 25 años no ha sido solo la del nitrógeno líquido, la del debate de la cocina molecular, que ha marcado un antes y un después en los límites de la creatividad culinaria. También una combinación perfecta entre tradición y vanguardia, que mira hacia lo local, pero global y globalizada. Una receta que bebe de cientos de lugares y culturas, incluso en un mismo plato. Una fórmula capaz de emocionar que ha conquistado el mundo.
El sabor de la tele
Y en estos años la cocina ha dado otro salto clave: la popularidad de sus profesionales. Desde que Karlos Arguiñano irrumpió en la televisión pública hace exactamente un cuarto de siglo, los programas de cocina han proliferado en las parrillas televisivas. MasterChef, Top Chef o Pesadilla en la Cocina, entre otros, han registrado elevados datos de audiencia y creado un sonado debate en las redes sociales. Todo ello ha dado valor a nuestra gastronomía, la de la Dieta Mediterránea -Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010- y a sus artífices, que hoy como nunca están en el foco de la noticia.

Jurado y presentadora de Masterchef. Foto: EFE / Archivo – Cedida por TVE.
Muchos se preguntan ahora si esta revolución ha tocado techo o si el «boom» de la gastronomía ha sido una burbuja o una moda efímera, pero nadie duda de que, en esta revolución culinaria, la cocina española ha escrito páginas para la historia.