La conmemoración del primer cuarto de siglo de trayectoria de Efeagro es una ocasión magnífica no solo para felicitar a los responsables de esta división de la Agencia de Noticias por el trabajo realizado en la reivindicación de los grandes productos que proceden de nuestro medio rural y del tratamiento que reciben en la cocina, sino también para hacer un poco de balance de estos tiempos prodigiosos que nos ha tocado vivir y en los que nuestra gastronomía se ha transformado por completo.
En España hemos pasado de la cocina de la tradición a “la cocina de la libertad”, que va más allá de lo sensorial y se incorpora al mundo de las emociones. Esta es acaso la gran aportación de los grandes cocineros españoles de estos inicios del siglo XXI, situados entre los más influyentes del mundo. Y será su principal herencia dentro de unos años. Aún valorando la importancia de esta cocina de las emociones, yo creo que la principal seña de identidad de la apoteosis universal que, más allá de las coyunturas puntuales, disfruta la cocina española, es que se trata, sencillamente, de “la cocina de la libertad”.
La «tapa» y la libertad
Partamos de la base de que al éxito internacional de la cocina española también ha contribuido el triunfo universal de la “tapa”, un nombre genérico que representa mundialmente y con notable éxito a la gastronomía española actual, a la que España está dando a conocer al mundo. Su éxito supone la llegada de la libertad a la buena mesa, la superación de la rigidez de la alta cocina francesa y la apertura de un nuevo espacio para la creatividad tanto para los cocineros como para los propios comensales.

Tapas elaboradas con conservas de marisco. EFEAGRO/MFE
Comer de tapas, es decir “tapear”, es comer en libertad, sin reglas fijas, pudiendo cada cocinero y cada comensal buscar la forma de encontrar la sorpresa, la emoción y la felicidad, metas de cualquier persona a la hora de enfrentarse cotidianamente al hecho gastronómico.
La cocina española de vanguardia, la creativa, “la cocina de autor”, es, en estos momentos, la número uno a nivel internacional
En el fondo, la cocina oriental (especialmente la japonesa y la china, que hoy gozan de tanto predicamento) es una cocina de tapas. Pero quien ha puesto de moda en el mundo esta nueva forma de cocinar y de comer ha sido, sin duda, España. Quizá por ello, la cocina española de vanguardia, la creativa, “la cocina de autor”, es, en estos momentos, la número uno a nivel internacional. Y en muchas ocasiones, se expresa a través de menús más o menos largos que no son sino una sucesión de maravillosas tapas.
Otro aspecto importante de la nueva cocina española es el protagonismo que adquieren los productos de un origen concreto. El éxito de la cocina española hubiera sido sencillamente imposible sin la aportación de una materia prima diversa y magnífica, que resulta esencial a la hora de comer en miniatura, de disfrutar de “pinchos” y “tapas” o de rendirse ante la calidad de una receta tradicional, sin cuya supervivencia no se redondearía este escenario de posibilidades.
La gastronomía y la Marca España
España es hoy el país líder de la gastronomía, especialmente gracias al prestigio y la valoración de sus cocineros. Según la lista The World’s 50 Best de la revista británica Restaurant 2014, tres de los diez mejores restaurantes del mundo son españoles. Y sus prestigiosos cocineros (como los hermanos Roca, Andoni Luis Aduriz o Juan Mari Arzak) son, quizá junto a algunos deportistas y a estrellas del bel canto, los grandes embajadores del prestigio de España y de la Marca España a nivel internacional. Y no olvidemos nunca al principal responsable de toda esta apoteosis universal, Ferran Adrià, ahora “reseteándose” con elBulliFoundation, que convirtió a su restaurante de Roses, en la Costa Brava, en el destino soñado para los aspirantes a cocineros de todas las procedencias.
Ya era hora de que el ser humano pudiera disfrutar con el gusto, el tacto y el olfato
Como presidente de la Real Academia de Gastronomía, portavoz de un colectivo cada vez más extenso de amantes de la buena mesa, creo que todos deberíamos felicitarnos porque ya era hora de que el ser humano pudiera disfrutar con el gusto, el tacto y el olfato, igual que a lo largo de los siglos siempre ha disfrutado con la vista para las artes plásticas y con el oído para la música.
En el éxito universal de la cocina española, hay que rendir tributo también a los medios de comunicación que, como Efeagro, han sido notarios de tan espectacular evolución producida en el último cuarto de siglo. Porque la letra impresa, la radio y la televisión primero, y después, los blogs y las redes sociales han sido “colonizados” por el interés global alrededor de la gastronomía que hoy copa los prime times de las televisiones, los trending topic de Twitter y las conversaciones de café.