La entrada de clementinas españolas en el mercado estadounidense fue prohibida desde el 5 de diciembre de 2001, cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció que se habían encontrado larvas vivas de “mosca del mediterráneo” en cargamentos de esa fruta.
El año anterior unas 80.000 toneladas de cítricos se habían exportado a los Estados Unidos y para esta campaña se preveían alcanzar 100.000 toneladas, aproximadamente un diez por ciento de las ventas exteriores de esta fruta.