Las miradas hacia el pasado cuando conmemoramos cumpleaños en cifras redondas y especialmente representativas siempre generan una buena dosis de vértigo y nostalgia. Es inevitable. Ley de vida. Pero también son un buen momento para congelar la imagen unos instantes, reflexionar, observar el presente y marcarnos objetivos para el futuro… que mañana será presente y, un día después, se habrá convertido en pasado.
Un juego de palabras que vale para todo, pero mucho más cuando hablamos de información, porque el ritmo vertiginoso de la actualidad es, cada vez más, un tránsito de inmediatez sin tregua, por la condición inherente a toda noticia y, en nuestros tiempos, por el protagonismo creciente de los soportes de comunicación, cuya imbricación con nuestra vida cotidiana termina haciendo bueno el aforismo clásico de los primeros teóricos de la comunicación, cuando afirmaban que el medio es el mensaje.
La evolución
De esta realidad saben mucho y bien los compañeros y compañeras de Efeagro, los que iniciaron esta aventura en 1990, los que la impulsaron con fuerza en los años siguientes y los que gestionan la empresa y su labor de comunicación en la actualidad. Porque en este tiempo hemos pasado del teletipo al tuit, de acceder a las noticias de Efeagro mediante complejos sistemas de claves y contraseñas a no tener respiro en el móvil, sabiendo de las cosas casi antes de que sucedan.
Todos los proyectos tienen un origen. Por ello, cuando se valora su trayectoria en el tiempo es de justicia recordar y reconocer cómo fue su nacimiento. En el caso de Efeagro, el reconocimiento de la memoria histórica debe incluir al presidente de la Agencia EFE en aquel momento, Alfonso S. Palomares, y al ministro de Agricultura, Carlos Romero, por impulsar una idea que surgía de la oportunidad –y seguramente, la necesidad- de disponer de un servicio público de información especializada hacia el sector agrario, objetivo, útil y práctico.
A cumplir ese objetivo de servicio público informativo se dispuso Efeagro desde el primer momento. Y lo agradecimos.
Llevábamos apenas unos años de andadura en la entonces Comunidad Europea, todavía con períodos transitorios para la plena integración de muchos sectores en la Política Agraria Común; los agricultores y ganaderos españoles nos veíamos en el espejo de una gran vorágine de adaptación a nuevas normativas y reglas de juego, incluida una reconversión latente y prolongada de nuestro sector, que exigía, entre otras muchas cosas, disponer del máximo nivel de información posible. Y ya se hablaba entonces de las primeras reformas de la PAC…
A cumplir ese objetivo de servicio público informativo se dispuso Efeagro desde el primer momento. Y lo agradecimos. La información de precios y mercados, las referencias a reglamentos comunitarios, leyes, decretos, y normas autonómicas en un Estado que completaba entonces su descentralización; las opiniones de unos y otros… En definitiva, la información.
Efeagro y UPA somos de la misma generación. Hemos crecido juntos. Somos hijos de la andadura europea de España
Como agradecemos también la oportunidad que siempre hemos tenido y tenemos de hacer llegar a las instituciones, al sector y al conjunto de los sociedad nuestras propuestas y reivindicaciones a través de Efeagro. Estoy seguro de que la proyección social de las organizaciones agrarias en España no habría sido la misma sin el servicio de noticias de Efeagro, sin las llamadas permanentes de las y los periodistas de la agencia para preguntar nuestra opinión sobre todos los temas que afectan a la agricultura y la ganadería.
En nuestro caso, además, hay un elemento de complicidad añadida. Porque Efeagro y UPA somos de la misma generación. Hemos crecido juntos. Somos hijos de la andadura europea de España, hemos compartido estas décadas extraordinarias de cambios en nuestro país, de progreso, de crisis, de modernidad, de revolución tecnológica a todos los niveles.
Hoy somos, tanto Efeagro como UPA, dos organizaciones adultas, dos proyectos consolidados que, entre otras muchas cosas, también compartimos nuestro compromiso firme con el progreso de la agricultura y la ganadería, y el bienestar del mundo rural; en un escenario general y sectorial mucho más complejo, multifuncional y variopinto que en 1990; pero igual de ilusionante. Solo hace falta echar un vistazo a www.efeagro.com (y a www.UPA.es) para valorar cuánto y cómo hemos cambiado. Felicitémonos por ello.