EFEAGRO cumple 25 años. Durante este tiempo ha sido testigo directo de la espectacular transformación de la agricultura española, y con ella la del sector fitosanitario. En este periodo hemos jugado un papel esencial, no sólo adaptándonos a las estrictas reglamentaciones que las diferentes administraciones han desarrollado durante este tiempo, sino también, respondiendo a las demandas de una sociedad cada día más preocupada por la seguridad alimentaria y la protección del medioambiente. Mientras tanto, nuestra prioridad, siempre ha sido la de trabajar por ofrecer a nuestros agricultores herramientas seguras y eficaces que permitan garantizar la competitividad de sus producciones.
A día de hoy, poner en el mercado un principio activo cuesta cerca de 250 millones de euros en un plazo aproximado de 10 años
Durante estos años, hemos tenido que hacer frente a no pocos ni pequeños problemas que nos han convertido en el sector sólido y sostenible que hoy conocemos. El principal, el cambiante entorno reglamentario cada día más estricto, y al cual nos hemos adaptado con la mejor de nuestras armas, una fuerte apuesta por la innovación. El objetivo siempre ha sido desarrollar nuevas y eficaces sustancias activas. Para ello, nuestras compañías reinvierten hasta el 10% de su facturación. No hay que olvidar, que a día de hoy, poner en el mercado un principio activo cuesta cerca de 250 millones de euros en un plazo aproximado de 10 años. Esta situación se ha visto agravada a nivel nacional por la inexplicable lentitud y excesivas cargas burocráticas de nuestro sistema de registro de productos fitosanitarios.

Viticultores aplican un tratamiento fitosanitario a una viña en Villabuena, Álava. Foto: EFE/David Aguilar.
La principal consecuencia de este retraso ha sido la falta de disponibilidad de soluciones que necesitan los agricultores para llevar a cabo una adecuada protección de sus cultivos. Esta situación, además de colocarlos en clara desventaja frente a sus colegas de otros países, ha aumentado el riesgo de aparición de resistencias de las plagas y enfermedades a las pocas soluciones existentes, lo que hace aún más difícil llevar a cabo una gestión sostenible de la sanidad vegetal. La voluntad del Ministerio de Agricultura en la última legislatura ha sido trabajar por solucionar esta situación. Sin embargo, un sistema en el cual participan varias autoridades competentes con sus propios criterios de evaluación y plazos para un mismo expediente, no es el mejor camino. Por esa razón, desde AEPLA proponemos seguir el modelo de un único organismo evaluador que funciona con éxito en otros países como Francia, Reino Unido y Austria.
Estrategia de sostenibilidad
El término sostenible, al que tan a menudo se acude para abordar cómo debe ser el futuro de la agricultura, era ya parte de nuestra estrategia muchos años antes. Nuestra apuesta por la Gestión Integrada es muy anterior a su obligatoriedad. Para ello además de desarrollar soluciones con un perfil específico que se adapte a este tipo de producción, desde AEPLA hemos llevado a cabo diferentes iniciativas que tienen como fin último concienciar al agricultor de la importancia que tienen unas buenas prácticas fitosanitarias para garantizar la rentabilidad de los cultivos, la seguridad de aplicadores y consumidores, y la protección del medio ambiente. Proyectos como SUI, CITRES y UMI, en materia de seguridad del operario; TOPPS, para la protección del agua; Gestión de Residuos, para garantizar la seguridad de los alimentos, y otros muchos otros, son claros ejemplos del compromiso. Para llevarlos a cabo, hemos colaborado con nuestra homóloga europea ECPA, diferentes instituciones, asociaciones de agricultores y universidades. Afrontar grandes retos, requiere de grandes alianzas. Por ese motivo, nuestra mano siempre estará tendida para cualquier colaboración que persiga construir una agricultura más competitiva y sostenible.
La lucha contra el tráfico ilegal de fitosanitarios es un problema que se extiende más allá de nuestras fronteras
Esta colaboración ha sido clave también para hacer frente a una nuestras principales preocupaciones durante este tiempo, la lucha contra el tráfico ilegal de fitosanitarios. Un problema que se extiende más allá de nuestras fronteras, y contra el que hemos emprendido importantes acciones en coordinación con otros agentes implicados, con excelentes resultados.
AEPLA ha evolucionado durante este tiempo, como lo ha hecho nuestra sociedad. En este sentido hemos avanzado, y seguiremos haciéndolo, ofreciendo a los ciudadanos información seria, veraz y realista sobre la producción de alimentos en nuestro país, y el importante papel que tienen los productos fitosanitarios, las medicinas de las plantas, para garantizar un suministro suficiente de alimentos sanos, seguros y de calidad, asequibles para todos los consumidores.