El alza de estos productos forma parte del incremento de los impuestos indirectos que el Gobierno de Portugal recogió en los Presupuestos para este año, y se suma al ya aplicado a otros productos el pasado 1 de enero.

Los paquetes de tabaco costarán entre 5 y 10 céntimos más, lo que se espera se traduzca en un fuerte incremento de los ingresos del Estado ya que, según medios lusos, el consumo se incrementó un 14 % en 2016.

Mientras, las bebidas azucaradas -excepto los zumos- están gravadas con un nuevo impuesto que varía entre los 8 y 16 céntimos por litro dependiendo del nivel de azúcar del producto.

Junto a estos incrementos también se han encarecido este año en Portugal los alquileres de vivienda (un 0,54 % más), la electricidad (1,2 % para consumidores domésticos) y los peajes de las autopistas, entre cinco y diez céntimos más caros, aunque en algunos casos ha aumentado hasta 35 céntimos.

España sigue la estela de Portugal

A finales de noviembre, el Gobierno español anunció una subida de los impuestos especiales que gravan el alcohol y el tabaco, así como la creación de un nuevo gravamen para las bebidas carbonatadas o azucaradas.

Mientras que el precio del tabaco ya ha aumentado -de media entre cinco y diez céntimos-, por el momento no se saben detalles sobre la nueva tasa sobre los refrescos.