Los datos, recogidos por la consultora Ipsos, reflejan que el peso del contrabando de cigarrillos se ha reducido en términos proporcionales un 22 % en un año.

Estas cifras fueron divulgadas ayer en el II Congreso Frente al Contrabando de Tabaco por el presidente de Altadis, Juan Arrizabalaga, quien destacó la "suave pero continua" reducción del comercio ilícito de tabaco.

Sin embargo, Arrizabalaga señaló que el hecho de que todavía supere el 8 por ciento del mercado de cigarrillos demuestra que sigue siendo "una lacra importante".

Recalcó que el contrabando de tabaco destruye empleo y riqueza, reduce la recaudación fiscal, contribuye a la financiación de las mafias y del crimen organizado, y entraña "graves riesgos" a los que están expuestos los más jóvenes.

En su opinión, aunque "el trapicheo es parte del paisaje" en España, se debe aumentar la concienciación social porque el mercado ilegal supone que se detraigan de las arcas del Estado entre 800 y 1.000 millones al año.

Andalucía lidera la estadística de contrabando

En Andalucía, la comunidad más afectada, cada estanquero deja de ingresar una media de 200.000 euros al año como consecuencia del contrabando.

Durante su intervención en el congreso, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, apuntó que en los primeros ocho meses del 2016 se confiscaron en la comunidad un total de 260 toneladas de picadura de tabaco, lo que supone el 87,3 por ciento del total intervenido en España.

Estas cifras significan un aumento de casi un 330 por ciento respecto al mismo periodo del 2015 en lo que se refiere a picadura de tabaco intervenida en Andalucía.

Sanz también destacó que el año pasado se registró un incremento de 77 por ciento en el número de cajetillas de trabajo de contrabando intervenidas en la comunidad, al pasar de 3 millones a 5,3 millones, que son casi la mitad del total a nivel nacional.