Marta Corella (49 años) es oriunda, y alcaldesa, de Orea, un pueblo de montaña en la provincia de Guadalajara desde donde trata de promover medidas para combatir la España despoblada en un entorno muy masculinizado, donde la mujer debe "demostrar continuamente" su "valía en cualquier ámbito".
Ingeniera técnica forestal y emprendedora desde hace veintitrés años, asegura en declaraciones a Efeagro que los pueblos siempre han dependido del trabajo de la mujer para poder seguir adelante, pero ese trabajo no se valoró en el pasado y por eso se ha establecido la idea de que el campo estaba organizado únicamente por hombres.
"Los pueblos de montaña son pueblos femeninos porque había trashumancia y las mujeres eran las que se quedaban al frente de los pueblos, pero llegó un momento en el que se encontraron (las mujeres) con que no tenían cabida. La legislación nos apartó", asegura.
Corella alega que esa situación no se ha solucionado y que la mujer todavía se enfrenta a una realidad más difícil que la que encaran los hombres, en la que tienen que luchar contra la "invisibilidad" de su propio trabajo y contra la tendencia a que les ofrezcan menos oportunidades a la hora de tomar decisiones.
Por ello, a medida que se acerca el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sus principales reivindicaciones son "visibilidad, empoderamiento y poder decidir libremente".
Corella, que participa en varias iniciativas para combatir la España vaciada, enfoca su trabajo en "dar el derecho a cada niño a tener un vínculo rural" y en promover la idea de que es viable la vida alejada de las grandes ciudades, para "no vivir en una nube en donde se han perdido las raíces". EFEAGRO
