A los valores tradicionales como el precio, el sabor y la conveniencia, se unen otros más sociales -salud y bienestar, seguridad, impacto social, transparencia o experiencia- en el momento de decisión de compra.
Esta es una de las conclusiones del estudio de Deloitte "Capilalizing on the shifting consumer food value equiation" que recoge nuevos elementos a la hora de realizar la cesta de la compra.
El fácil acceso a la información sobre los productos alimentarios y sobre las compañías que los fabrican "ha provocado un cambio en los modelos de liderazgo y una oportunidad para las empresas de posicionarse entre los consumidores", añade el citado informe.
Los consumidores han cambiado sus preferencias independientemente de su edad, región o clase social, lo que provoca un impacto inmediato en la cesta de la compra.
Se tiene en cuenta la salud y la seguridad alimentaria pero también el impacto social de las compañías comienza a estar en primer plano entre las preocupaciones de los consumidores.
Según el estudio, se valora la transparencia a la hora de ofrecer información de los productos y de las propias empresas.
Además, los consumidores se vuelven cada vez más exigentes en la experiencia de compra: desde la disposición de la tienda hasta las interacciones significativas con la marca antes, durante y después de la compra.