Ésta es la posición defendida por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), que ha celebrado hoy una asamblea general durante la que se ha puesto de manifiesto la oposición del sector a este aumento de la presión fiscal.

El director general de la entidad patronal, Mauricio García de Quevedo, ha calificado a través de un comunicado la medida de "desacertada", y ha recordado la importancia de una industria "estratégica para la economía española" y que fue "clave en los peores momentos de la recesión".

"Esto castiga directamente al bolsillo del consumidor y penaliza la demanda", ha advertido García de Quevedo en alusión a la decisión del Ejecutivo de gravar con más tasas el alcohol y el azúcar.

Impacto en turismo y hostelería

En su opinión, esta modificación al alza de la carga impositiva podría afectar al empleo y la actividad empresarial, un perjuicio especialmente notable para un país como España, donde "el turismo y la actividad de la hostelería y la restauración tienen un peso tan relevante en el PIB".

El director general de la FIAB ha insistido en que este nuevo escenario deja en "una posición de desventaja" al sector de la alimentación y las bebidas, así como al del comercio y el turismo.

Por ello, desde la patronal han solicitado al Gobierno "una reflexión más profunda" antes de que se apliquen de forma efectiva estas nuevas medidas fiscales.

Han recordado, asimismo, que el sector ha creado 10.000 puestos de trabajo sólo en el último año y que exporta por valor de 26.000 millones de euros.

La FIAB ha reclamado en este mismo comunicado "proteger la senda del crecimiento en un marco fiscal equitativo y justo que facilite el consumo interno y la confianza del consumidor", y ha instado a obtener más ingresos para las arcas públicas a través de "una lucha más decidida contra el fraude fiscal y la economía sumergida, así como con el control del gasto público".