Esta es una de las conclusiones del "I Estudio Internacional de Turismo Rural en España" realizado por el portal Toprural, en colaboración con la Universidad Europea de Canarias y Universidade Europea de Lisboa, con el objetivo de extraer conclusiones sobre el posicionamiento de la oferta española de turismo rural en el extranjero.

Algunas conclusiones

Así lo detalló a Efeagro la coordinadora científica del estudio, Cristiana Oliveira, quien señaló que el turista internacional busca "integrarse en la esencia de cada destino y conocer sus gentes, tradiciones y gastronomía", lo que es un indicador de que el gasto "no es exclusivo del alojamiento".

El informe se ha realizado a partir de datos sobre turistas alemanes, británicos y franceses, que son los principales países emisores de turistas rurales hacia España, y de él se desprende que el 7 % del total de turistas extranjeros han elegido España en lo que va de año para practicar este tipo de apuesta de ocio.

En este sentido, el director general para el sur de Europa de Toprural, Juan Carlos Fernández, señaló a Efeagro que "España sigue por debajo de su potencial, ya que el desconocimiento del viajero internacional hacia nuestra oferta es un gran escollo; este turista constituye "una asignatura pendiente" para el sector.

"Se hace necesaria una mejor labor de promoción, especialmente después de comprobar la tremenda oportunidad que hay en determinadas zonas", aseguró Fernández.

El 58 % de la demanda se ha concentrado en seis comunidades autónomas, con Andalucía a la cabeza, con el 14 % de las reservas, seguida de Cataluña y Canarias (10 % en cada caso), Baleares y Madrid (9 %) y la Comunidad Valenciana (6 %).

Según Oliveira, "Madrid ha sido una sorpresa porque rompe con la tendencia de los últimos estudios; es un dato muy positivo porque deja de ser un destino exclusivo de estancia breve para tener un posicionamiento como alternativa rural, con una importante cuota mercado".

Por tipo de alojamiento, el análisis revela que el 29 % de los turistas rurales opta por alojarse en hoteles, mientras que el 24 % prefiere hacerlo en casas rurales.

En su opinión, a la hora de escoger alojamiento el turista extranjero "no se centra tanto en las prestaciones que ofrece como en otros valores como la calidad del servicio, la proximidad, el ambiente familiar, el nivel de relación-precio o el cuidado en el servicio".

La estancia media en alojamientos rurales es de ocho días para los viajeros extranjeros, frente a los cuatro días de media que invirtieren los españoles, mientras que el numero de pernoctaciones en el turismo de ocio es de siete días para el turista nacional y entre 10 y 7 días para el foráneo.

Respecto al impacto económico, el estudio refleja que el gasto medio total que los viajeros internacionales invierten en sus vacaciones rurales en España es de 371 euros, respecto a los 264 euros que destinan en sus países de origen.

Este dato es, para Oliveira, "muy interesante" porque muestra que está dispuesto a invertir más en nuestro país para vivir experiencias distintas, conocer otras culturas, buscar autenticidad y descubrir nuestra enogastronomia, "valores que nos pueden dar relevancia en el contexto internacional".

Mayo y agosto son los meses más demandados, con el 51 % de las reservas de turistas extranjeros, seguidos de marzo y abril (21 %) y septiembre y octubre (16 %).

Según la coordinadora del informe, el turismo rural se ha transformado "en línea con la evolución sociodemográfica del viajero: cada vez más joven, mejor informado, con menos tiempo y por ello busca emplearlo de la mejor forma posible y quiere tener experiencias distintas y desconectar con el estrés de la ciudad".

En ese sentido, concluyó que, por esa razón, este tipo de turismo está cada vez más apoyado en las tecnologías de las información que permiten diferenciar mercados, segmentar por edades, precios y tipologías de alojamiento, diversificar la oferta y aumentar la capacidad de atracción de mercados".

Los datos del estudio han sido extraídos de una encuesta realizada entre 3.360 residentes en España, Reino Unido, Francia y Alemania, con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años.