Los países de América Latina que participan en Prodexpo, la mayor feria de alimentación de Rusia y Europa del este, buscan incrementar la exportación de carnes, productos lácteos y vino a Rusia.

En este evento, que reúne del 10 al 14 de febrero en Moscú a empresas de 70 países, Latinoamérica está representada por 19 empresas argentinas, 17 brasileñas, 5 cubanas, 6 chilenas y 2 venezolanas, mientras que México, Paraguay y Uruguay se están presentes con una compañía cada uno.

Las principales producciones latinoamericanas exhibidas son cárnicos, bebidas (tanto fuertes como vinos), lácteos, cereales, frutos secos, conservas.

"Nos mueve el interés por el mercado ruso, sería importante lograr colocar más productos nuestros aquí", indicó a Efe Luciano Bonetto, gerente general de la empresa argentina de productos lácteos Punta del Agua.
Según el empresario, Argentina ofrece producciones "de muy buena calidad y a precios competitivos".

Aprovechando el veto ruso a la UE

"Rusia es un mercado bastante exigente", señaló Bonetto.

Pero las sanciones mutuas entre la Unión Europea (UE) y Rusia, que limitan desde 2014 el acceso de los quesos europeos y otra larga lista de alimentos al mercado ruso, "ofrecen una oportunidad a los productos argentinos".
Entre los productos latinoamericanos más solicitados se encuentra el vino.

El director de la Oficina de Comercio de Chile en Rusia, Pablo Barahona, se siente optimista respecto al evento. Espera que las empresas chilenas "puedan concretar negocios" en la feria.

Explica el secreto de la popularidad del vino sudamericano: "El vino chileno siempre ha estado acá, ha estado en las mesas, en los supermercados, pero la gente busca algo nuevo. A veces gustan más los vinos del viejo continente y luego vienen ciclos cuando la gente comienza a disfrutar los caldos del nuevo continente, los vinos nuevos, los jóvenes", explicó.

Por su parte, Pablo Iñazu, gerente de la bodega de vinos Los Haroldos, de Mendoza (Argentina),  se siente optimista durante la primera jornada de la feria.

"Tenemos muchas expectativas, vemos que los vinos han gustado. Hemos visto que la gente se interesa mucho por el malbec, nuestra cepa emblemática por el sabor a fruta y su redondez. Tratamos de introducir otras variedades, pero en Rusia gusta principalmente el malbec", indicó.

Sin embargo, Iñazu no se siente todavía satisfecho.

Explica que en 2019 la bodega exportó a Rusia cerca de 2 millones de cajas de todas las calidades, desde tetrabrik a la calidad más alta, pero que le gustaría "que fuera más".