Según explica Teresa Rodríguez, enóloga y responsable de bodegas Aura (Rueda) y Tarsus (Ribera del Duero), propiedad de Domecq Bodegas-Pernod Ricard, el cambio climático se nota en el viñedo y los profesionales deben "jugar bien con los momentos" de la vendimia, que cada vez son más tempranas y que se enfrentan al riesgo de tener "desajustes" en sus parámetros normales.

Rodríguez es la máxima responsable enológica del último lanzamiento de Aura ("Aura Verdejo. Vendimia Nocturna", de la añada de 2013), un vino, según sus palabras, "repleto de personalidad que reconquista el origen y la esencia de la uva Verdejo, variedad característica de la denominación de origen".

La vendimia mecanizada -explica- cada vez se está implantando más gracias a que las vendimiadores que han mecanizado los trabajos "están cada vez mejor preparadas" y permiten un adecuado manejo de las viñas. "La uva entra en perfectas condiciones y ya parte de las vendimiadoras tiene despalilladoras, con lo que entra perfectamente limpia en bodega", agrega.

También influye el aspecto "económico", porque no siempre se encuentra mano de obra cualificada.

La recolección mecanizada permite avanzar rápidamente en los trabajos de campo. "En una noche puedes recolectar una gran cantidad de uva y, además, en su momento exacto", lo que considera fundamental para hacer luego en bodega las menores correcciones posibles.

"Cuanto menas cosas tengas que tocar al vino, mejor calidad tendrá", ha precisado la enóloga. En Rueda ya se cosecha a máquina el 90 % de la producción -prácticamente todo se vendimia de noche- y "los resultados son buenos".

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