Las bodegas españolas exploran nuevas fronteras. Es el caso de Dehesa del Carrizal, que ha entrado este año en el mercado estadounidense, después de consolidarse en otros destinos internacionales.

"Nos cuesta más vender en España que fuera", explica, en declaraciones a Efeagro el director de la compañía vitivinícola, Pierre-Yves Dessèvre, quien resalta además la satisfacción de la compañía al recibir el Premio al Mejor Vino Alimentos de España, en su última edición, por su Petit Verdot 2010.

"Estamos muy orgullosos. Es algo muy satisfactorio para nosotros, y el resultado de los trabajos que estamos haciendo" en la bodega, afirma.

Dehesa del Carrizal (Retuerta del Bullaque, Ciudad Real) es un Vino de Pago, la más alta calificación en la legislación, donde se cultivan Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Syrah o Petit Verdot. Esta distinción está limitada actualmente a sólo quince bodegas españolas, lo que garantiza que todo el proceso de producción se desarrolla en la misma finca, con viñedos propios y uva cuidadosamente seleccionada, en un proceso artesanal.

El marco regulatorio de elaboración es muy estricto e impone rendimientos bajos, rigurosos tiempos de crianza y exhaustivos controles de calidad que, unidos a la singularidad del enclave, los suelos y el clima, dan como resultado vinos excepcionales, según aseveran desde la bodega.

Conquista internacional

Dessèvre precisa que, en 2014, han desembarcado en EEUU de la mano de un importador-distribuidor de Nueva York, que también opera en New Jersey: "Tenemos que seguir creciendo en este inmenso país. Para ello, queremos trabajar también en la parte oeste. Quizás en California o Texas. Estamos en eso ahora".

La bodega recibió el  Premio al Mejor Vino Alimentos de España, en su última edición, por su Petit Verdot 2010.

Y augura destacados crecimientos en ventas para este año, con Noruega, Dinamarca, Holanda, Alemania, Suiza y Japón como los destinos "que más tiran" de ellas.

China y Japón

Por otra parte, apunta que en China han realizado algunas ventas, pero que es un mercado "complicado", tanto para la comercialización de vinos como para el cobro de los envíos, todo lo contrario que Japón, donde tienen una firme apuesta comercial.

Con el revulsivo de los premios conseguidos hasta la fecha y "los esfuerzos que estamos haciendo en los últimos años, hemos conseguido un incremento importante de las ventas en 2014", subraya.

Ahora, "nos queda aún la campaña de Navidad por terminar, pero estamos en el buen camino y, sí, realmente ha sido para nosotros un año bueno en cuanto a las ventas", tras expresar su confianza en lograr un importante incremento en la facturación a cierre de 2014, gracias en parte a las ventas exteriores.

España, en el punto de mira

En todo caso, "queremos estar más presentes en España. Estamos haciendo muchos esfuerzos para ello y consiguiendo nuevas ventas y distribuidores", detalla.  A finales de 2010, la familia Villar Mir, dueña del grupo homónimo, compró esta bodega a Marcial Gómez (antiguo propietario de Sanitas) y, desde entonces, ha realizado cambios para impulsarla.

Respaldo de Villar Mir

Los actuales propietarios, plantea Dessèvre, quieren participar en la evolución positiva de la bodega y apuestan por mejorar las cosas a nivel técnico, comercial, marketing e imagen. En este sentido, la bodega está inmersa en un plan de inversión, de dos años de duración, para introducir mejoras tecnológicas, como nuevos depósitos de madera y hormigón, instalaciones automatizadas para el control de temperatura, o renovadas mesas de selección y procesamiento de la uva.

"Estamos haciendo un trabajo de mayor precisión", además de estrenar nueva tienda "on-line" e introducir cambios en algunas etiquetas, ha indicado. Para Dessèvre, "es una fase nueva para la bodega, pero todo eso lleva tiempo. Estamos consiguiendo resultados buenos y eso es un factor de motivación para seguir trabajando". EFEAGRO

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